miércoles, 10 de agosto de 2011

Sacudir

Soy la perla negra que decidiste ignorar. El tiempo ya no existe, puertas adentro en tu habitación, somos nuestro pasado, somos el presente ambos fundidos, confundidos.
Lastimame, comeme, tomame, abusame, matame. Viniendo de vos ya nada me importa, sos mi perdición, el único error que quiero cometer. Soy la piedra que convertiste en papel.
Tus ojos y los mios desvian miradas y en tu éxtasis se vuelven una. Sentís como arde, mientras mis huesos están calados por el hielo. Tu placer y mi culpa me corroen, mi piel raspa la tuya, mi cuerpo in situ y la mente tan lejana. El dolor punzante. Las yemas de tus dedos destruyen en cada exhalo todo lo que construí de rodillas. Ya no susurrás mi nombre, ya estoy acostumbrada; El techo gira, la cordura se pierde, me penetrás con tu vacío inmenso, con tu inexpresividad desgarradora. Arrebatás todas mis certezas, siempre marcándome con ácido infinitos signos de pregunta.
La sangre corre silenciosa, gota a gota ante mis pupilas, se desliza, estalla contra el mármol. Como un campo minado, cada esfera una granada. Implosiona en mi pecho y ahora me ahogo. Las horas vuelven a comenzar.
No escuchás mis gritos? El pasado regresó para atormentarme y  ya no estás para asesinar a mis demonios, vos ahora sos uno de ellos, ahora también le pertenecés al tiempo.
Concentrado en terminar tu trabajo, y yo concentrada en que lo termines, para acabar con todo y poder irme finalmente a dormir. Armás tu cama junto a la mía, vos lleno de vida y yo de muerte.
El sexo es la única excusa que encontramos para vernos y la tomo, no piensés que no soy conciente de lo que estamos haciendo, simplemente no puedo dejarnos ir, no completamente.
Aprendí a vivir con esta astilla clavada en mis entrañas porque jamás va a desaparecer.
Las palabras que no vomitamos cavan un pozo y yo estoy en el fondo, vos miras desde la cornisa. No es cuestión del lugar en el que estemos, es cuestión de distancia. Las palabras enmudecidas nos condenan. Mi futuro cambió y ya no predecimos lo que el destino tiene para nosotros, quizás sólo una planta sea para vos, quizás el mundo. Y para mi sólo quedan más obstaculos, más puñaladas, más velocidad inadaptada. Y la paz que anhelo vive en una constante agonía de incertidumbre. Si ya no conozco la puerta por la que tengo que correr.
El eco desvaneciente de dias interminables, de horas inconclusas, de minutos sin razón. 
Siento la respiración de los fantasmas, trazando modelos en mi piel, revelando una niebla espesa al final.
La tinta es brillante y bordó. La piedra, el papel. Vos y yo, ellas. Qué es real y que es producto de nuestra demencia?
Correr, correr, caminar, respirar, buscar. Escapar. Rutinas.



4 comentarios:

Flor Naranja dijo...

Me lo pregunto todo el tiempo si lo que vivimos es imaginacion o realidad!

♡ Soñadora Compulsiva !.- dijo...

sueños, iluciones? realidad:_ ?

Anónimo dijo...

Me encanto las iluciones y los sueños a veces pueden parecer realidad

Besadora de Sapos dijo...

Tu placer y mi culpa me corroen....

Me quedo impregnada esa frase. Me encanto la forma de describirlo todo, y sentirlo hasta propio.. haces que sienta todo lo que sentis. Sos muy buena!!!!

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