lunes, 14 de febrero de 2011

Mi despedida.

Que pasaría si desapareciera? Si en este momento decidiera irme para siempre?
Bueno, supongo que nadie se enteraría.
Logré mi propósito de toda la vida, me saqué el peso que me dobló la espalda desde el primer instante y sin embargo no es tan satisfactorio como lo esperé. Porque no sucedió cuando se suponía que tenía que hacerlo, porque los sucesos no desenlazaron cuando yo lo necesitaba y el nudo se desató demasiado tarde. Simplemente me tomó desprevenida. Llegó como la tormenta del 21 de septiembre, arruinando todos los planes de esos ilusos, despreocupados y felices que se atreven a festejar el nacimiento de la primera flor del año, que se atreven a festejar lo que sea.
Hoy se puede decir que alcanzar mi meta  fue mi peor caida y no estoy orgullosa jactándome de mi fortaleza como creí que iba a pasar, porque esta vez decidí permanecer en mi lugar y no ponerme de pie.
Logré desaparecer completamente y no ser encontrada nunca jamás, debería escribirle una carta a Thom Yorke y contarle sobre mi descubrimiento, aunque por supuesto ya no hay tiempo para cartas, porque la carta que yace sobre mi mesa de luz entre Demian y la colección de poemas de Oliverio Girondo, esa es la última carta que hayan visto escrita por mi puño.
Si desaparecer fue mi sueño esta noche estoy en el país de las maravillas. Si al tocar las 4.00 AM a todos les llegara la noticia de mi muerte, tal como lo preví, nadie respondería, simplemente seguirian en sus casas, mirando sus programas de tv, leyendo un libro el más intelectual, drogados, de fiesta, borrachos y con los orgasmos mas irreales de patéticas vidas sin objetivo, continuarían en lo suyo y jamás mirarían atrás. Ni una sola lágrima amenazaria con deslizarse por la comisura de sus ojos, ni siquiera una sonrisa, nada. Miles de caras inexpresivas obvservando fijo hacia mi y no pueden verme porque claro, yo no estoy ahi y nada de esto está pasando. Tan llenas de hipocresía e infamia. Nunca habrá conmosión porque a nadie le importa. Porque somos de realidades disconexas. Yo no pertenezco a ningún lugar y no le pertenezco a nadie. Irrevocablemente no puedo ser salvada, porque todo esto estuvo mal gestado, todo fue un error desde el instante de mi nacimiento. Haber creido lo opuesto, me llevó a escribir esta carta y a hacer lo que estoy a punto de hacer ahora, mi fuerte convicción de ir en contra de lo que ya estaba predestinado, mi ambisión, mi curiosidad. Quería que las cosas fueran de otra forma pero de un modo u otro algo se desviaba. Pretendí cambiar mi naturaleza, en cada aspecto, incluso el más ínfimo y ahora tengo que pagar por el error. Ya no quiero creer y tampoco quiero ser rescatada, mi mente ya no tiene el poder de llevarme a destinos extraordinarios, ya no veo en perspectiva, me detuvieron la película y no me queda escapatoria.
Solamente me entrego al viento.
Si alguien lee esto, Le deseo... Nada, no le deseo absolutamente nada porque desear no haría variar su balanza personal. Evadida, evaporada, esfumada, difuminada, todo eso soy apenas toque el fondo. Todo lo que tenga que suceder, sucederá. Todo rio tiene su curso y en el cauce desemboco.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un texto impactante... sorprendente porque es un fin. No sé si estas últimas palabras, esta última carta; es real (por decir el real de tu vida *real*-nadie sabe)o el producto de la imaginación viajante de escritora. Pero me doy cuenta me he dado cuenta o por lo menos así lo siento o también lo he escuchado...que todo escritor escribe a partir de lo que hay en el fondo ahí en su interior. La sujetividad de cada persona de cada sentido de cada palabra...
que lindo... todo lo que nos pasa nos influya en lo que creemos, en lo que escribimos; en la música que nos mueve... y el sentido en que damos vueltas las cosas. Es por esto (no quiero enredar) que tus palabras siempre me han atraído... son hechos son sombras son palabras que me atren porque algunas de ellas las he sentido, las siento... las quiero en esos colores. Tus palabras son como viajes que destellan y rompen ventanas.

Qué pasaría si desapareciera? si, tal vez nada. El hilo se cortaría y se esfumaria y (...)
Es valiente ese fin cuando la angustia revienta y enfrenta a la realidad dura...
yo creo que es valiente...
pero no sé si valdría la pena.

Un abrazo
:)

Daniel Shields dijo...

Estas escribiendo mucho. Generalmente nos agarra en momentos duros pero mas allá de que sea o no el caso, está bueno hacerlo. Digo generalmente nosotros los seres de ciudad vivimos ocupados con muchas cosas tontas, escribir en estos casos me resulta mas productivo y purificador.

Es increíble lo identificado que me siento con ese libro de Hesse, a medio post se me pusieron los ojos vidriosos.

Nay Zombie dijo...

no hay palabras más justas como las que escribiste.
Amo este texto♥
Sos una Genia
Te amo♥

Jazmin dijo...

Yo te amo a vos best ♥ Gracias por bancarme todo. Sos de oro vos.

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