Te busco, Paz y no te encuentro. Te grito, Paz y escucho el eco. Me dejas vagando sin aire en el pecho. Cierro mis párpados y me pierdo en el tiempo.
Llegas como siempre, cuando menos te espero, me besas el cuello., me calás los huesos.
Y tu calor, voluta incorpórea, invade y me estremezco.
Te ansié tanto, te añoré como nunca, en el apocalipsis paulatino de mi universo.
El viento silva desesperado a la cascada en la ventana, proclama que volviste y aclama que no salga, porque vos y yo sabemos cómo es esto, huis sin previo aviso y vaciás de luz cualquier incendio. Se extingue mi juventud en días como estos
Estás acá y sonrío, se congeló el segundo glorioso en el que te percibí.. Y asi, vivo para buscarte, muero por perderte y renazco para encontrarte.
Todo se reduce a vos, Paz
y todo acaba en vos.