sábado, 29 de enero de 2011

Delirios de la cama.

El alcohol dilata la tensión de nuestras miradas, cada trago es una pulsación. De cada latido depende nuestro olvido. Queremos ir a dormir en paz con nuestro conciente que no para de hablar, el eco nos aturde. Esta noche queremos dormir con una sonrisa dibujada en nuestros labios, esta noche sólo queremos dormir, nada más. Un sueño fácil, sin reflexiones, sin discusiones, sin vacilar.
Caimos.
 Y una vez más todas tus promesas son mentiras, todas tus excusas, tus palabras. La soledad disimulada en éxtasis efímero, gesticulaciones nunca habladas. Somos ciclos, costumbres de la cama. Somos llama y trueno, incompatibles en el tiempo. Estallamos. Observá como quemo silenciosa, nada más el crepitar y la luz enceguecedora, iridiscente. Si  mirás fijo queda grabada en tu retina para siempre.
Somos la misma monotonía y jamás en sincronía. Tal vez deberiamos darnos la espalda, pelear por nuestro pedazo de sábana y caer dormidos. Dormir el sopor del veneno que corre en nuestra sangre, anestesiados, dormir. Y brevemente amanecer una vez más juntos sin recuerdo de haber escrito esto antes de cerrar los ojos, ebrios como estábamos, con nuestras copas ya vacias a un lado y la tormenta que ahoga tu respiración jadeante. El aroma a vodka sigue tirado en el suelo, la tormenta yace seca en el vidrio de la ventana y tus huellas en mi espalda. Y el ciclo comienza de nuevo.

domingo, 23 de enero de 2011

Comenzar de nuevo

Te propongo que empecemos desde cero, que nos conozcamos de nuevo, borremos todo y desandemos el camino para volver a caminar desde el principio.
Mirémonos otra vez por primera vez, vayamos de a poco y enamorémonos después. Tranquilos, porque tenemos toda la vida.
Pintemos nuestras huellas, borremos los errores y anestesiemos el dolor, No demos vuelta la cabeza hacia atrás nunca más. Encontremos nuestras voces como ese primer dia, hagamos promesas nuevas, construyamos nuestro universo con otras piedras.
Podemos repetirlo todo y olvidar el tiempo, no es dificil, intentemoslo.
Arreglar un punto de partida. Encontrarnos, presentarnos ante el otro, veámonos una vez, dos veces, cien e incontables salidas, charlas que duren horas- Olvidemonos, lavemos los años y amémonos otra vez como si fuera la primera, la única.
Si estamos dispuestos a conocer a otras personas, porque no ignorar que nos conocemos y convertirnos en otros, jugar a ser los demás, ser dos desconocidos que se encuentran casualmente.
Mintamonos a nosotros mismos, esta vez lo tenemos permitido -

En mi futuro no hay otro, mi horizonte sos vos, y eso jamás va a cambiar te guste o no. Siempre alguien pierde y esta vez esa soy yo.