viernes, 30 de septiembre de 2011

Soltando amarras

Las paredes de este cubo comienzan a estrechar distancias y mis ojos, clavados, impávidos, congelados en esta imagen. Los colores cobran vida, en este empapelado de fotos, tu aliento en mi nuca una vez más.
La lágrima desesperada rompe y corre de su cuenca.Esta canción se repite de los años pasados a los venideros. 
Grito y rasguño la solidez de tu espectro... No desaparezcas! Cada vez más voluble; ya no te diviso, no recuerdo y me despedazo. Necesito ver las memorias y ellas fuerzan su propia extinción como fuego de madrugada. Ya no soy. Me aferro a este humo cuyo brillo está completamente apagado. Ya pasó algo más de un año o quizás mi vida y la realidad que alguna vez fue mi certeza se convirtió en algo que no puedo distinguir claramente, solo una leve neblina. 
Los tintes de esta ciudad que construí de a poco una tarde de verano ahora tan lejana me corroen y se funden con esta piel de cocaína.
Vivis siempre en mi mente y mi alma resquebrajada, perfumada para siempre con tu escencia, vive un átomo en vos y así espero no morir- El olvido es desaparición y esta vida, este sol que es mi deidad, es ese mismo que vos me diste. esto que soy es lo que vos moldeaste y erguiste para que pudiera pisar mi suelo sin miedo y con seguridad.En este preciso instante un día más me espera, pero yo ya no te espero más, simplemente le suelto la mano a tu recuerdo , a aquel holograma al que nunca supe despedir, te miro fijo al iris mientras das la vuelta y te dirijís hacia tu destino individual. Grito Gracias!

jueves, 22 de septiembre de 2011

Volar

Tu dramatismo me hastía, siempre con tu vaso lleno volcando el agua para tener una excusa en la cual refugiarte por estar empapada, tenés todo y a su vez nada porque tus ojos, nublados por esa niebla que proclamás tuya, no te deja admirar el paisaje. Tus lágrimas insulsas me queman, ácidas, finitas en la infinidad de este camino, en el que yo pateo las piedras para abrirme paso y vos simplemente insistís en fijar tu vista en ellas para una vez más pisarlas y caer boca abajo. Fundiéndose en un mar que te invade en su quietud y vos flotás desfalleciendo en la eternidad, sólo flotás, con el eco de sus palabras haciendo presión en tus tímpanos, te explota la cabeza y si no braceás, estática, no pretendas llegar a la orilla. Y he aquí el mayor de los nudos, no pretendés, inundás el mundo de reclamos y querida, la vida no es un cuaderno quejas, nadie te tira un salvavidas cuando ya estás hundida, tenés que nadar y cada vez más rápìdo, o la sal te corroe, te sazona para los tiburones, te congela, hasta que te succiona el maremoto.
 Hasta cuando voy a ser responsable de sostener tu mano y levantarte? Quisera que miraras al espejo y en mis ojos encontraras experiencia, esperanza. Quiero verte crecer y madurar, convertirte en mujer y que sepas luchar con la frente en alto, poniendo la espalda para recibir los golpes que sólo vos tenés que sufrir para elevarte y tomar vuelo. Porque con el viento despeinandote y la espuma del océano acariciándote los pies, concluís en que cada cicatriz cuenta una historia y esas historias son las que te forman y se clavan en tus retinas iluminando cada rincón del mundo en el que elegís vivir. Cada daga es una oportunidad para aprender a ser feliz de una forma distinta y vos concentrada en la sangre que emana, ahogandote en vos misma sin buscar las vendas.

Yo voy a volar, te quedás en tierra firme o desplegás tus alas?


domingo, 18 de septiembre de 2011

No puede cerrar los ojos, dormir no es una opción. Todo gira y todo cambia constantemente y de repente es imposible parar, parar es morir. Quería ver todo, respirar todo, sentir al mundo en su inmensidad adentro suyo. Estaba tan llena de vida que el aire era siempre insuficiente en sus pulmones y su única posesión era la certeza de lo que ya nadie le iba a arrebatar. Su optimismo me aterroriza y la deja perpleja. 
Está absorta y sumida en una noche llena de luces y vicios que parece no tener final. Pero entonces amanece y siempre volvemos a la paz que nos caracteriza. Entonces el cigarrillo se consume y quema mi piel. Me incinero y renazco, cada dia y cada noche. La dualidad en la que me pierdo, ya no distingo cual de las dos caras es la verdadera. La cámara de fotos se le cayó al charco y el lente se empañó, las imágenes están distorsionadas y los colores se mezclan creando otros desconocidos, hermosos e inalcanzables, pero no son la realidad, solo la captura de un ojo que fue cegado y unas pupilas dilatadas por el reloj y la inconstancia de las ventanas de vidrios rajados insertadas en esas paredes que a nadie le pertenecen ya.

viernes, 2 de septiembre de 2011

H

Tener tanto y tener nada para decir, las palabras se escuchan vacías, silenciosas. en la vaguedad de su significancia profunda, pierden peso por mi agotamiento y quedan enmudecidas una vez más, pegadas a la almohada. 
Me aturden, rebotando sobre las paredes de mi cráneo y contra las de una habitación a la que solo acudo para intentar conciliar el sueño, ineficazmente. Quedan despedidas en el humo del cigarrillo consumido y reflejadas en la espuma de un café servido en madrugadas sin alba.
El eco levitante en la eternidad de mi existencia, Desaparecí finalmente, plegué las alas, pero mis plumas pesan demasiado y el ascenso una vez más se ve limitado. Limites, eso es todo lo que conozco, dolor y violencia por romperlos, jamás entendimiento, nunca consenso. Morir para poder vivir plenamente, ahogarse para poder respirar un aire menos viciado, siempre extremos, eternos granaderos, espías que controlan mientras todo lo que intento es quebrar las cadenas y huir de lo que no me deja ser. Qué somos? Cuál es la esencia de cada uno, si vivimos desde nuestra concepción condenados y moldeados, determinados por factores externos, el entorno. Dónde está la semilla y dónde el estado puro del espíritu. Aún no llego a comprender si soy o si fui, si algún día seré, porque no existimos, nos hacen existir, qué seríamos si realmente fuéramos independientes, si ningún preconcepto del vivir nos fuera inculcado, si nadie nos indujera. El real libre albedrío, que es en sí el más grande de los engaños. Algunos lo ven y luchan por romper las barreras, otros bajan la cabeza y asumen que son aquello que les fue predestinado. Yo lucho porque quiero Ser, porque necesito saber más allá de lo que escucho, más allá de lo que veo, saber por sobre lo que sé. Quiero conocer hasta dónde soy capaz, ser, haciendo caso omiso a las imposiciones y a las excusas y mentiras en las que estoy obligada a transformar mi realidad. Y una vez más me pregunto, sería lo que soy si  jamás hubiera estado obligada a luchar, a sufrir, a mentir para salvar mi mente de la absorción? Probablemente no, y agradezco toda la sangre derramada, el veneno inyectado, porque es aquello que me hizo aferrarme al amanecer, al cielo, al aire, a la vida. Porque si no te envenenan jamás se alcanza el antídoto.


El tiempo se consume y en si mismo se congela, El ancla está hechada y una vez más la incertidumbre invade, estar estático y dejar que los caminos se tracen solos o intervenir, destruir para construir un mundo propio, aparte. Existo o fui esculpida para creer que puedo ser algo diferente? Existiré o eso dependerá del aislamiento, de la alienación, de observar otros colores que todavia no asimilé? Y si llegara al punto del autismo, realmente develaría mi esencia o descubriría otras? Dónde está el estado puro? Cómo eliminar los condicionamientos? Cómo ser?


Dónde está y cuál es mi paraiso?