domingo, 29 de julio de 2018

La ambición  la ansiedad, la presión de evolucionar . El silencio. El miedo a expresar y a arruinar lo certero. El tiempo estático que a su vez es movimiento . Mi motor se ahoga , tu cuerpo que era mi templo, eterno, espero el principio.
La fragilidad de la seguridad que existía en nuestro deseo. No entiendo
como un hilo que conecta nuestros pechos  se alarga, elástico, nos aleja, se tensa y nos acerca de nuevo.
El cansancio de un trompo que gira en el suelo. Los días posteriores a esa droga , cuando el cuerpo elimina lo bueno , el vacío retroceso.  La comprensión del todo, un flagelo. La libertad de mi tinta , plasmada, instrumento.

1 comentarios:

Jorge Curinao dijo...

Qué hermoso poder acompañar este día ventoso con tus textos. Qué lindo es leerte.

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