viernes, 26 de febrero de 2010

Trying to paint the silence

miércoles, 17 de febrero de 2010

Let me slip away, I´m barely holding on.

¿Cómo sabés lo que es real y lo que no, cuando el mundo entero esta dentro de tu cabeza?

viernes, 12 de febrero de 2010

Vacaciones Veinte Diez. Parte V

Dia VI: El regreso.

Nos tendriámos que haber levantado a las 7AM el despertador no sonó. A las 10 las chicas tocaron mi puerta para ir a desayunar y así dormida como estaba me lavé, me vestí y puse lo que faltaba de la valija. A las 10.15 ya estaba lista. Querer es poder.
Desayunamos y bajamos todas las cosas al lobby. Saludamos a los recepicionistas, al concerje y al barman con los que habíamos pegado re buena onda. Nos pasaron a buscar dos remises que nos llevaron a la terminal y esperamos hasta las 12.15 horario en que llegaba el  micro.
12.20: No llegaba
12.25: seguíamos esperando.
12.40: Mi madre se alarmó por el retraso y fue a preguntar qué pasaba.

- El micro ya pasó. Le respondieron
- Cómo que ya pasó, si no se anunció en ningún momento!!
- Si señora, es que hubo una confusión y se anunció como que iba hasta Liniers y no hasta Retiro y partió sólo con 5 pasajeros. El próximo micro parte a las 17 hs, ya hicimos los arreglos para que viajen en ese.

Esperamos ahi 5 hs. Almorzamos los sandwichitos que habiamos comprado para el micro. Compramos papas fritas para matar el tiempo y toqué la guitarra para evadir el aburrimiento.
El viaje pasó rapido. Escuché toda la discografía de Avril, dormí un rato, miré las nubes por la ventanilla e hicimos unos tests de una revista sensacionalista, no sé si era paparazzi o cual. Cuando ya caía el sol puse Radiohead. No hay nada que me guste más que ver el atardecer en el campo, a través de una ventanilla, con el viento despeinandome. Es uno de esos pequeños placeres de la vida que me hacen sentir plena, y Radiohead, debo decir que contribuye mucho a la atmósfera, acompaña mi ensimismamiento de una forma tan natural, que es como si mi estado de introspeccion tuviera música propia. Es bastante dificil de explicar a decir verdad. Me evadí totalmente de la realidad, hasta que mi mamá me sacó un auricular y me dijo: devolveme la manta que ya estamos por llegar. Me hizo darme cuenta de que hacia rato que estaba fijando la vista en las motitas de luz de la ciudad.
Después llegaron los abrazos de las familias que nos habian extrañado en nuestra semana de ausencia. Aunque debo decir que en mi casa nada cambio. Yo no soy de las que dicen: Home sweet home. No soy de esas no porque no quiera, sino porque no tengo demasiados motivos.  La casa estaba hecha una mugre, y hubo una pérdida de agua en mi placard, por lo que toda mi ropa se llenó de olor a humedad y la tuve que poner a lavar. No tarde ni un segundo en desear estar lejos de nuevo, en estar en el hotel, lejos del pelo de perro y las camas sin hacer.

Ese fue el final de nuestro viaje. Estuvo lleno de, risas, discusiones pasajeras, llantos de emoción, abrazos, besos, miradas, sorpresas, peligros de muerte, lleno de todo lo que uno puede imaginarse en un viaje con amigas y novio. Puedo decir que fue el mejor viaje de mi vida y una de las mejores experiencias que tuve hasta ahora.
Gracias.

jueves, 11 de febrero de 2010

Vacaciones Veinte Diez. Parte IV

Dia V:
Nuestro último dia en la costa. Amaneció con un sol espectacular, y apenas terminamos de desayunar, salimos. De camino a la playa nos entretuvimos comprando regalitos y recuerdos. Me compré un anillo con una estrella igual a la de Avril <3 Compramos el almuerzo y nos dirijimos a la playa. Alquilamos una sombrilla y almorzamos. El calor era abrazador y no esperamos demasiado para meternos al mar.
Caminando con Caro (Puigui y Vicky se quedaron en la sombrilla porque Puigui todavía no estaba de diez y La ena, desde que casi se ahoga no volvió a tocar el agua marplatense) se me ocurre preguntarle: Che chaparri, Habrá venido Mati?
- Y, no sé. Vayamos a buscarlo.
Asique comenzamos a mirar a nuestro alrededor para ver si encontrábamos a nuestro hermanito postizo, pero como a los quince minutos de caminar y buscar, nos dimos por vencidas.
Hola Caro! Sonó una vocecita infantil atrás nuestro. Sí, era Matu. Una vez más él nos habia encontrado a nosotras. Estaba comiendo una banana y todo cubierto de arena.
Vamos al agua, me dijo mírandome como cachorro emocionado y tirándome del brazo.

Pasó todo el dia con nosotras. Nos recitó poemas - Supuestmente inventados por él-  y se ganó un pico (por puro rompebolas, nada más) y una pelea con Carolina porque ya se había tornado demasiado insaciable e insistente (que al final fue olvidada). En el baño del balneario figura la inscripción "CARO TE AMO" y "JAS X100PRE" (si, escribió mal mi nombre el bestia). Lo llevé a nadar y después se entretuvo mirando los tiburones que habían pescado en unos botes.

Nos entrevistaron para Telefé noticias. Nos hicieron preguntas como:
-¿Qué tal la noche marplatense?
- Y la verdad es que no salimos tanto. Vamos a caminar por el centro y volvemos a eso de las 2, porque ya estamos cansadas. Tratamos de aprovechar la playa lo más posible, porque para salir a bailar tenemos la capital.
¿Como es la gente en Mar del Plata?
- Hay bastantes Peruanos y bolivianos, y los argentinos son los que más ensucian. Jamás pensé que acá también habrian cartoneros. Esto es igual a capital pero con una extensión de arena y agua. (no es lo que respondí de todas formas) Respondí: Bien, es genial. A él (señalando a Mati) lo conocimos antes de ayer y hoy nos volvimos a encontrar, nos hicimos amigos enseguida. La gente tiene la mejor onda. (Mentira)
y
¿Hace cuanto están acá?
Desde el lunes, nos vamos mañana.
Después enfocaron a Mati que estaba dando saltitos desesperado por un poco de atención. Robó cámara a lo loco y nunca vamos a entender porqué cuando le preguntaron cuando habia llegado a la cuiudad, respondió "Ayer", cuando hacía una semana que estaba allí. Se excusó diciéndonos que se había puesto nervioso. Que pendejo mitómano. Si es así a los trece años recién cumplidos, lo que va a ser a los dieciocho, flor de chamuyero, igual que todos.

Nos quedamos en la playa hasta las 20 hs. Caminamos despacito para apreciar hasta el ultimo detalle y hasta el ultimo segundo de nuestro viaje. No puedo negar que nos invadió una sensación de desapego, melancolía y el amargo sabor de la despedida y de saber que lo que tanto habiamos planeado y ansiado durante casi un año, estaba llegando a su fin.
De regreso al hotel, seguimos comprando cosas, nos comimos un algodón de azúcar con mi chaparrita y le compré a mi hermano uno de esos tomates de goma que parecen explotar cuando se los estrella contra el piso.
Volvimos al hotel y teníamos la intención de ir a ver la elección de la reina del mar, pero oviamente las chicas tardaron horas en prepararse y no llegamos, después de todo, era nuestra última noche allá, la última vez que nos prestábamos ropa y nos produciámos entre risas y protestas:
- Che, quien tiene mi delineador-
- Perdí el Rimell y mamá me va a matar-
- Carolina, esta ahi arriba, en tu cara-
- Ahh si!!
- No encuentro mis sandalias.
- Eso es porque siempre dejás todo tirado en nuestra habitación.
- Miren que linda que está Puigui maquillada así *.*
- Vieron, soy una profesional. Ahora vení que te maquillo a vos. Pasame la sombra negra...

Salimos a las 00.00 hs a cenar y tuvimos que hacer una cola de media cuadra. Comimos unos tagliatellis con salsa de champignones y panceta que estaban para babearse. Más tarde fuimos a dar una vuelta por la plaza.
Volvimos a eso de las 3 Am, cansadas por nuestro largo pero entretenido día.
Qué pasó?? - pregunté asustada.
Temblando peligrosamente me respondió que se habia quedado dormida y empezó a sentir frio, asique cerró la ventana. Pero no fue suficiente y entonces se tapó y al rato empezó a temblar de esa forma. Jamás le habia pasado, dijo.
Creí que estaba por convulsionar pero no dije nada. Llamaron a su obra social pero éstos se rehusaron a acudir, porque sólo atienden llamados de vida o muerte (Cómo se supone que íbamos a saber de qué clase de caso se trataba, nunca habíamos visto algo así y aparte tranquilamente eso podria haberse tratado de un principio de trombosis, o eso fue lo que nos dijeron más tarde.) Fueron unos negligentes. Al parecer solo consideran caso de peligro de muerte cuando estas desmayado en el piso, desangrandote o inconciente por una sobredosis.
Por suerte el hotel contaba con un servicio de paramédicos. Mientras esperábamos a que ellos llegaran, mi preocupación se fue disipando. Hasta el último momento, Puigui no dejó de hacer chistes y eso me tranquilizó.
- Bueno, si te morís quiero que me dejes los libros de crepúsculo y tus CDs, la cargué.
Riéndonos, ella entre temblores compulsivos, pasó un rato y llegaron los médicos. De todas formas ella ya estaba mucho mejor.
Le hicieron todo tipo de preguntas, desde qué había comido hasta qué color de calzón llevaba puesto (?). Le dieron un antitérmico e ibuprofeno, que hasta yo le podía haber recetado.

Mientras tanto, el padre de mi novio  lo habia pasado a buscar, pero se retiró enfurecido cuando él se rehusó a irse sin saludarnos primero. Al parecer cinco minutos eran demasiado tiempo de espera.
- Me dijo que iba a volver en una hora- me informó Vladimir.
- Bueno, esperemos.
Estuvimos en la sala de estar mirando Lost hasta pasadas las 4 Am y yo ya me estaba quedando dormida, hasta que Adrián apareció de nuevo en su auto.

Nos despedimos con tristeza, porque esa era la última vez que ibamos a vernos hasta quién sabe cuando.
Subí a mi habitación algo pensativa. Saqué de la caja que él me habia regalado esa misma noche con motivo de nuestro mesiversario, un bombón negro relleno de crema y lo saboreé antes de quedarme finalmente dormida.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Vacaciones Veinte Diez. Parte III

Día IV: Las olas y el viento. Y una bola de arena que me voló las gafas.
Fuimos a Playa Varese, donde le alquilamos sombrilla a un rubio que te quitaba el aliento. Nos hicimos amigas de Mati, un nene de trece años re simpático que fue como nuestro hermanito (salvo por el hecho de que le tenía ganas a Caro y a mi me decia que era linda) pero pasó casi todo el dia con nosotras n.n y era re tierno. Puigui dijo llamarse Eleonora. "Eleonora Castro"
Fuimos a dejarlo con su mamá, una mujer de treintitantos, pelirroja y de pecas, que me recordó mucho a la Bruja Blanca. Nos sacamos fotos y fuimos a caminar por ahi.
Más tarde a la hora de la merienda, regresamos a buscar a nuestro amiguito para invitarlo a comer churros. No lo encontramos por nungún lado.
- Che, era una sombrilla verde clarito. Fijate si la ves.
- Me parece que era esa, pero no hay nadie ahi...
Nos paramos y miramos a nuestro alrededor, pero nada.
Bueno, ya fue. Se habrá ido, volvamos.
No se porqué miré hacia abajo, pero casi me caigo de la sorpresa.
- Mati, acá estas! Te estabamos buscando. Qué estás haciendo ahi??
Estaba en un pozo de arena del tamaño de una pelopincho chica, con un nene de unos dos años y otro chiquito más, chapoteando.
- Yo fabriqué esto, me contestó sonriente.
- No estás un poquito grande para jugar con un balde y un rastrillo?
- Estaba cuidando a mi hermanito, es ese de ahi (señaló al nene rubio de unos dos años) y ese es mi primo.
- Si, los podrias cuidar desde afuera también...
- Bueno che, es divertido.
. Después te querés hacer el grande andando con chicas mayores - Lo cargamos-
- Yo soy amigo de todas las edades -  y se rió.
-Bueno, venite a comer unos churros con nosotras.
- En serio? :) Bueno, dale. Esperen que le pregunto a mi mamá.


Cuando obtuvo permiso, fue con nosotras hasta la sombrilla, de la mano. Sin desperdiciar tiempo para tirar algún palo. 
- Mati. Ya te dijimos que sos nuestro amigo. Sos muy chiquito para nosotras.
- No soy chiquito. Tengo trece años!
- Por favor Mati! te encontramos en un charquito jugando con un balde y un rastrillo como un nene de 5 años. Tema cerrado.


Al atardecer y afectada por la sal del mar, Carolina no tuvo mejor idea que salir a molestar a nenitos inocentes con su grito de "NO HAY PROBLEMA" de Alf. Todo era divertido hasta que se metió con tres  nenes rubios que resultaron ser de lo más pleiteros y vengativos y comenzaron a perseguirnos y a tirarnos arena. Al tratar de escapar perdí una lente de las gafas que me habia comprado ese mismo dia a la mañana, en la feria. Corrimos hasta nuetra sombrilla y le conté a mamá sobre el incidente, por lo cual -para variar- quiso tomar cartas en el asunto.
 Fuimos a quejarnos con padre de los chicos, un cordobés bastante bruto y terco que no logró entrar en razones. Mi madre trató de hablar con él, pero este se paró y le dijo:  Y qui quiré qui li haga?! que te pague la´ gafas. Mirá hermana, son cosas de chicos..
- Disculpemé pero yo no soy su hermana y le estoy hablando con respeto.
- Entonces si no sos mi hermana no quiero hablar con vos.
- Perdón ? o.O
. Qué me vas a obligar a hablarte??
- Bueno, ya veo que con gente así no se puede hablar -  Nos dimos media vuelta y nos fuimos.


A la noche salimos a cenar pero volvimos de toque al hotel porque yo estaba muerta, asi que me fui a dormir y ese fue todo mi dia.

Dia V: Visita
Amaneció con un dia lluvioso que iba en contra de nuestros deseos de ir a playa grande. En vez de eso, fuimos al shopping Los Gallegos, que me recordó mucho al Alto Palermo. Me compré otra remera y almorzamos en Ave César. Vicky le compró una remera a su novio en Levi´s que fue la primera que vi y que le dije que me gustaba, asi que quedé conforme con su compra. Cuando nos dispusimos a salir, no bastó llegar a un metro de la puerta para ver que llovia torrencialmente y que ibamos a tener que salir en bote prácticamente. Al rato me llama Vladi para ver adónde estaba y tras algunas explicaciones mías, apareció él, todo empapado y me iluminó el día (que cursie, voy a vomitar. Ya vengo) Apenas paró de llover, salimos y fuimos a dejar las cosas en el hotel. Las chicas se quedaron y tras una pequeña discusión con mi madre porque no dejaba a mi novio subir dos segundos a la habitacion y aparte no me dejaba andar descalza en el lobby (que estaba vacío), me fui a caminar por la playa con él. Accidentalmente, me olvidé de avisarle que salía asi que se enojó y despúes me dijo que habia hablado con el concerje y que le habia dicho que no habia problema con que Vla subiera. Seguimos caminando por la rambla y nos sentamos al borde de una escollera. Me dijo que estaba callada y le comenté que estaba preocupada porque ya era 5 y Andrés tendria que haber llegado ya. Se preocupó de más como siempre tiende a hacer, pero me aseguró que todo iba a estar bien. Empezamos a delirar con nuestro futuro.
- Yo: - Sería horrible que nos pasara esto ahora, le tendriamos que comprar pañales de mala calidad y ropa cualquiera. Siempre soñé con llevarlos a la escuela en mi BMW y que tuvieran de todo, Guitarras, piano, tablas de surf, skates, pileta, etc. No puedo traer un nene al mundo para que se crie pobre y con dos pendejos como padres.
- Serías una madre perfecta igual. Por lo menos los harias estudiar.
- Y vos los distraerías y los llevarias a hacer deporte en vez de leer libros.
- ajajaja, no las prioridades primero, pero deja que al menos se divierta.
- Ojalá que no saque mi nariz.
- Ojalá que no saque mis orejas.
- Yo quiero que sea igual a vos pero con mi pelo.
- Yo quiero que se parezca a vos, para que sea lindo y tenga el re levante.
- Le vamos a poner Guido si es nene, Ambar si es nena.
- Bueno ya está, no va a pasar hasta dentro de 10 años al menos.

Volvimos caminando y encontramos a las chicas de nuevo en la multitud de fans de Valientes. Estuvieron esperando 1 hora y salieron apenas llegamos nosotros. Vladi me alzó sobre sus hombros y finalmente pude ver bien a los tres melenudos. No son lindos. En fin, Caro salió llorando porque estuvo en primera fila pero totalmente indignada porque habia estado hablando todo el rato con la supuesta "fan #1" de Gonzalo Heredia y se hizo amiga y ésta resultó ser una traidora que la empujó apenas éste apareció y le corrió el brazo, por lo cual no pudo entregarle la cartulina que con tanto esmero habian hecho. Puigui gritaba con deseos de linchar a la loquita.
Aparentemente la chica habia estado llendo dos meses seguidos a llevarle cartas bastantes personales a Gonzalo, en los que le contaba sus problemas diarios y peluches caros, bombones y demás. Se ve que a él le dio lástima y de vez en cuando le hacia un gestito de reconocimiento: le sonreía o le guiñaba un ojo, hecho por el cual la chica se creia la favorita y no paraba de alardear.

Salimos a cenar con Vladi, mamá y las chicas y nos hicimos amigas del parrillero, Fito. Un genio. La chinita del restaurant era fan de Avril y me puso un par de temas <3 Más tarde fuimos a jugar a los video juegos. Vla jugó al pump it up, mientras yo admiraba su habilidad. También jugamos al guitar hero y más tarde llegó Adrián a buscarlo, iba en el auto con su amigo, un rubio de ojos claros que vive en Ibiza, apodado Tolagar.

- Papá: fuiste a conseguir habitación- preguntó mi novio algo preocupado (ya eran las 2 Am).
- Todavia no, Me voy a andar en LONGBOARD!!! por la playa.
Este fue uno de los momentos más memorables. Tendrian que haberlo visto agitando una tabla (que nadie vio de donde salió) en medio de la calle y dando saltitos. Too much!
- Bueno pa, anda a buscar un lugar donde pasar la noche y cuando lo encuentres pasame a buscar.

Nos quedamos sentados en el Lobby cuando de pronto baja La Ena, que estaba con Puigui en la habitación durmiendo y dice Male: Puigui se siente mal.
Alarmada subí a la habitación y encontré a mi amiga temblando con los labios azules.

CONTINUARÁ...

lunes, 8 de febrero de 2010

Vacaciones Veinte Diez. Parte II

Dia III: Códigos playeros.

Me levanté a las 7, desayunamos y Vladimir me acompaño hasta la terminal. Llegamos a las 11 y esperamos más de una hora hasta que el micro de las chicas llegara desde Capital. A eso de las 13 hs llegamos al hotel y dejamos las valijas. Fuimos a almorzar a las 14.30 y volvimos a desempacar. A eso de las 17.30 hs decidimos ir a la playa, pero dado que ya era tarde, tuvimos que ir a la Bristol, alias la "Bolibeach" que nos quedaba a dos cuadras. Era una mugre inexplicable y la gente no era demasiado agradable no sé si me explico. Era una negrada :D Nos metimos al mar, y con Caro nos entretuvimos saltando olitas. Jugamos al paddle, le pegué a un gordito en la cabeza bastante fuerte y le fui a pedir perdón. "Son cosas de la playa", me respondió alegremente.
Más tarde acompañé a Caro y a Puigui a ver a Valientes.
Fuimos a cenar a Montecatini, tomamos unos daikiris en el hotel, hechos por el barman de ojitos claros,  y después fuimos a recorrer el centro. Esta noche casi no dormimos.

Dia IV: Playa Gay (alegre) y otra experiencia cercana a la muerte:

Fuimos al puerto a buscar una feria que no encontramos. Comimos pizza en un lugar cercano y caminando llegamos a una playa que se encontraba entre dos escolleras, y debo mencionar que habia un olor a pescado importante. No había demasiada gente, sólo unos cuantos surfers. Apenas llegamos, tiramos todo sobre una roca y las cuatro corrimos hacia el mar. Barrenamos olas con el cuerpo (y deberían ver que patéticas quedábamos), nos desternillamos de la risa cuando Carolina casi se queda en bolas y  Todo estaba bien hasta que escucho que Vicky me grita: Jaz, me parece que no puedo avanzar! Traté de nadar, pero tampoco yo logré impulzarme hacia adelante. Blda, nos metimos en un chupón .. le grité. Cada vez estaba más lejos, y empezé a preocuparme Braceé con más fuerza, pero de nada sirvió. Entonces traté de pararme, aun hacía pie pero la arena bajo mis pies se arremolinaba y no me dejaba caminar, por el contrario, me arrastraba. No desesperes, me dije a mi misma. Estaba tragando agua. Mire a mi costado y me mareé cuando senti que las rocas venian hacia mi (porque yo no sentia que era yo la que se movia, sentia que todo alrededor de mi se sacudia). Me quedé quieta porque no podía hacer nada más que esperar. Esperar qué? No sé. Ya no escuchaba nada y una vez más mi mente se fue a otro lado. A uno más feliz.
Agarrate fuerte me dijo una voz gruesa y me agarró el brazo. Cuidado! le grité al guardavidas. Cuidado que nos vamos a dar contra la escollera... Apurate, sacame de acá- balbucé.
-Esperá que tengo que agarrar a tu amiga.- Me dijo la voz grave. Vicky, me habia olvidado totalmente de ella. Giré a mi costado y vi su cuerpecito moviéndose , braceando sin sentido, tratando de salir. Se sujetó a un lado del salvavidas, en frente a mí y nos miramos incrédulas.
En pocos segundos estábamos en la orilla, un montón de gente nos miraba y mi mamá nos abrazó fuerte - Te dije que el mar es traicionero -  me retó entre enojada y contenta.

Esto no fue todo. Una vez que nos calmamos (5 minutos más tarde) ya estabamos haciendo chistes, aunque un poco recelosas de volver al mar. Veo a un rubio basrante apetecible corriendo en zunga, rosa con corazones... Atrás de Él iba otro amigo, en zunga violeta y otro en malla negra. Sacaron su cámara y empezaron a posar cual  Miley Cyrus en el video de 7 things. Qué desperdicio-  pensabamos con mis amigas- mientras los mirabamos inquisitivamente. Pero no parecieron darse cuenta ya que a los dos segundos, el rubiecito de rosa se subió a cocochito del de violeta y tras una palmada en la cola, corrieron hacia el mar agitando las manos y riendo estrepitosamente, comenzaron a chapotear.

A la tarde fuimos a ver a valientes, Caro se subió arriba mio y los vio al buen estilo platea VIP.
Esa noche fuimos a un tenedor libre chino y  a ver a Valientes de nuevo. Les enseñé a colarse en la fila disimuladamente. Terminamos en la fila II. Gritaron como desquisiadas al ver a los tres barbudos grasas sucios y se pusieron a llorar. Me aplastaron, me pisaron y me llenaron de transpiracion agena, pero no puedo negar que me divertí. Debe ser que la energía que emitia la masa de gente frenética y fanatizada era contagiosa y aunque no te gustara el famoso, saltabas y gritbabas igual, como si fueras uno más.
Luego de todo el frenesí, fuimos a jugar al tejo a Sacoa y a comprar malvaviscos, caramelos y gusanitos yummi a un negocio llamado "La melería" que recuerda a estar parado sobre un arcoiris, al estilo Wonka, pero en dimensiones minúsculas.
Volvimos al hotel y vimos Paranoid Park y comimos golosinas.

Vacaciones Veinte Diez. Parte I

Antes que nada cabe aclarar que sí lleve la guitarra :) Una semana se pasó volando y no puedo creer que estoy de vuelta en casa, esta cuidad horrible. Debe ser que me adapté demasiado bien a la costa y ahora me cuesta creer que ese no era en realidad mi verdadero hogar. Ahora paso a relatar mis vacaciones.

Dia I - Llegando a Gesell:
Nos encontramos con Vladi en retiro y luego de un viaje de 4 hs llegamos a su hosteria, donde el papá nos esperaba con un asado. No sé todavia cómo pero mi suegro, personaje inventado de por medio, logró caerle bien a mi mamá. Un actoraso.
Mi madre quedó encantada y por suerte no se enteró de los vicios de su consuegro porque de haberlo hecho, mi relación con mi novio se hubiese ido a pique. Quiero aclarar que él no tiene nada que ver con el padre, es simplemente el polo opuesto. Es maduro, sano, responsable, centrado, en fin todo lo contrario, y esto es gracias a que no quiere seguir el ejemplo paterno.
Después de almorzar nos fuimos a la playa. En el auto ibamos Vla, Efra (mi cuñado), Adrián (suegro) y yo, plus, dos tablas de surf y un bodyboard en el medio. Por si hasta ahora no se dieron cuenta, era un peligro total. Las puntas de la tabla estaban a medio centímetro del parabrisas asi que ante cualquier frenada brusca moríamos todos, pero salió todo ok y nos divertimos.
Llegando a la playa, intenté aprender a surfear, aunque solo logre barrenar unas cuantas olitas. Tragué bastante agua salada pero al final del día, pude ponerme en pie sobre la tabla.
Salimos del mar cuando se largó a llover y regresamos a la hostería, donde nos bañamos, para luego salir a cenar. En el centro me hice una trenzita playera :) y me compré una remera.
Nos quedamos hasta las 3 Am vagueando por ahi. Volvimos y a eso de las 4 nos dio ganas de tomar helado asi que salimos nuevamente para encontrarnos con que las heladerias estaban cerrando y ninguna accedió a vendernos. Pero eso no nos desanimó y nos fuimos a jugar al guitar hero.

Día II- Gesell:

Desayunamos y fuimos a surfear. Nos agarró un chupón (que es una corriente que te lleva mar adentro, formando olas que te arrastran hacia adelante y atrás y no te dejan avanzar, aparte rompen contra tu cuerpo) Entre Vladimir y otro chico que se acercó a ayudar, lograron sacarme. Eh aquí lo raro de la experiencia: yo en ningún momento me di cuenta de que estuve a punto de ahogarme, siempre crei que estaba todo bien, sólo creia que las olas se habían puesto un poco fuertes. Jamás me di cuenta de que alguien se había acercado, y menos para ayudar. Mi novio me decia: braceá. braceá!!! y yo como un autómata lo hacía, sin mirar atrás. Creo que en un momento la corriente me sacudió demasiado y me mareé, me parece que perdí la conciencia, por el bache que tengo entre que le decia a vladi que estaba cansada y el momento en que barrenaba patéticamente hasta la orilla. Mi novio casi muere ahogado por salvarme y yo no me enteré hasta salimos y el otro chico me preguntó si estaba bien y yo lo respondí "Si, barbaro" y me di vuelta para decirle a mi novio " Mi amor, viste la ola que me agarré?! Casi logro pararme! :D y ahi es cuando lo veo agachado tratando de recobrar el aire, y me doy cuenta de que me había perdido de algo. Un rato después él me contó lo que habia pasado ante mi cara de total asombro. En fin: casi muero y no me di cuenta. Soy la mejor.
Quedamos en no decir nada acerca del incidente. caminamos por la playa hasta llegar al pinar. Alejándonos del cendero, haciendonos los exploradores, encontramos una especie de claro que estaba oculto, al que se accedía a través de una rama arqueada a mas o menos 1 m del suelo y tuvimos que agacharnos para pasar. (me hizo acordar a Alicia en el pais de las maravillas)  -después voy a subir un dibujito- ;) (claramente nadie habia pasado por ahi, porque estaba totalmente limpio, no habia ni una colilla de cigarrillo)Los rayos de sol se filtraban a través de las copas de los árboles y no se escuchaba ningún sonido aparte de nuestras pisadas y algunos bichitos. Trató de decir algo, no me acuerdo qué, pero sonó demasiado fuerte y retumbó. Shhh- susurré. No digas nada.
Tiramos el bodyboard y la tabla de surf al suelo y nos recostamos sobre ella...
Fuimos a almorzar a la hostería y después a la playa de nuevo. Esta vez, tuve mas cuidado y logré pararme varias veces. Salimos y vimos a nuestras madres tomando sol y charlando, les dejamos las tablas y la ropa con la promesa de volver a buscarlas en un ratito.
Me dio hambre y fuimos a comprar churros. Caminando por las calles de arena de un barrio de casitas bajas llegamos a una playa en la que sólo había médanos y alguna gente en cuatriciclo. La arena era mucho más blanca acá y el mar parecía de alguna forma, distinto.
Regresamos caminando por la orilla (porque cansa menos que andar por la arena seca)y recogí unos cuantos caracolitos ante la cara de divertido de mi novio que me miraba como diciendo "típica turista". Mi mamá y su mamá se habian ido de la playa y se llevaron hasta las ojotas.
Volvimos a la hosteria en patas, nos bañamos y salimos. Conocí el club al que el iba de chiquito. Nos metimos de infiltrados al salón donde se practica judo y al vestuario.
Fuimos al centro, me compré un short, nos encontramos con nuestras madres y cenamos pizza. Fuimos a tomar helado. Se fueron. Conocí a sus amigos y nos encontramos con efra. Los dejamos por ahi y fuimos a la playa. Me dio frio y sueño, y me puse su remera y me recosté sobre la arena. Me quedé dormida y me desperté porque seguia teniendo frio. Nos refujiamos en la caseta del guardavidas. Algo salió mal.
- No, basta. Acá no.
- Disculpame, yo te amo y deberia respetarte y tratarte como la princesa que sos. Soy un desubicado y me comporto como un perro.
- Está bien, soy yo el problema, deberia ser distinta.
- No, sos perfecta así. Me encanta que te hagas respetar y que no accedas a cualquier cosa. Te amo. Perdoname, no va a volver a pasar.

Caminamos descalzos por la orilla y el agua me hacia cosquillas en los pies.
Volvimos al centro y encontramos un bar en el que estaba tocando una banda Ska-Punk que sonaba muy bien, asique nos quedamos. Tocaron un tema hardcore que me daspabiló.
A eso de las 4 volvimos y nos fuimos a dormir.