Entender el desesperado sueño de ser; no parecer sino ser. En cada despertar, alerta. El nudo de la guerra, qué sos y qué creen los demás que sos. Su mirada contra tus ojos. Un sentimiento de vértigo y una constante voracidad por quedar finalmente expuesto. Tu piel tras la vitrina, el frio del vidrio.
Ser visto a través, ser despedazado y reducido, incluso extinto. Cada tono de voz, una mentira. Cada gesto, falso. Cada sonrisa, una mueca.
Morir? No, eso es impensable ; pero podés rehusarte a mover y silenciarte indefinidamente. Entonces al menos no estarás mintiendo. Entonces no tendrás que interpretar ningún rol, ni mostrar ninguna cara ni crear falsos gestos. Podés encerrarte adentro y encerrar al resto afuera. Se te había cruzado por la mente y lo descartaste con rechazo pero no necesitaste pensarlo dos veces para darte cuenta de que la realidad es diabólica.
Tu escondite no es a prueba de agua. Las palabras, y las imágenes hacen eco y subyacen. La vida se escabuye por cualquier rendija. Sos forzado a reaccionar.
Nadie pregunta si sos real o no, si sos honesto o estás compuesto de mentiras; eso es sólo importante en el teatro y quizás ni siquiera ahí.
Entiendo porqué estás en silencio, entiendo tu quietud. Tu falta de vida se ha convertido en una fantástica obra de arte. Te entiendo y te admiro. Creo que deberías seguir interpretando este personaje hasta que todo esté finalizado y el mundo acabe o en su defecto hasta que ya no sea interesante, entonces podés abandonarlo, como abandonás a todos tus personajes.