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miércoles, 7 de julio de 2010

Desaparecer: la locura y la nebulosa.

Rodeada de una niebla autoinflingida, su cuerpo progresivamente calado por el frio, el vapor se desliza entre sus labios. Sus ojos ven solo lo que ella quiere ver. Todos trataban de penetrar en su nebulosa y tenia que hacer cada vez más esfuerzo para que no lo hicieran. Por qué trataban de inmiscuirse en algo que era tan suyo? Comenzaba a sentirse acechada, cada vez eran más. La niebla cambiaba sus colores y ahora por su culpa ella tenia que volverla negra, para que no pudieran verla alli dentro y encontrarla. Quería que todos se esfumaran, que dejaran sus balbuceos sin sentido. La locura luchaba por hacerse un lugar en su neblina, el frenesí luchaba con la locura y con todos los demás y no iban a parar. La lucha  se prolongaria toda la eternidad pero era en vano. Ella se fortalecía con su perdida de energía y la niebla era cada vez más densa. Hasta que finalmente se perdió para siempre. Desapareció. Los alaridos del exterior no cesaron, ni se dieron por aludidos de que el objeto de su lucha ya no existia allí. Pero ella habia logrado su cometido, reemplazó una niebla por otra y se llevó la suya a otro lado, de por vida  y de por muerte. Se evaporó fusionada en la nebulosa. Desapareció completamente. Sus ojos ven lo que ella quiere ver, sus ojos entonces lo ven todo, en plenitud, desde cada ángulo del universo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Es esta sensación que creí perdida que está de vuelta. Volver a esta realidad de la cual trato de escapar constantemtente. Evadirme por un tiempo sólo para regresar de nuevo y cuanto más largo es el período de ausencia, más dolorosa es la llegada.
Tengo un nudo en la garganta, una compresión en el pecho. Siento que no pertenezco a este lugar pero eso ya es sabido. A cualquier lugar al que huyo tengo sentido de pertenencia en tan poco tiempo que es como si fuera una ciudadana de los pueblos. Me siento local en todos lados menos acá.
Despertar en mi cama me lleva a abrir desmesuradamente los ojos con sorpresa y desentendimiento. Desperté y las lagrimas rodaban por mis pómulos sin razón aparente, angustiada por algo invisible. Estoy acá de nuevo.
Volvi a la vida que no es mi vida y la sigo rechazando.