Ella escribía con un marcador indeléble tantas letras palabras y frases, inundó de ellas las paredes, los espejos, el cielo razo. Todo lo invadió con palabras y sin embargo solo ella las leía de la manera correcta, en un orden progresivo desordenado entendible sólo para algunos y esos algunos sin embargo jamás supieron interpretarlas, aunque ella pensó que así lo harían, porque las trazó a su medida, sin embargo fueron ininteligibles dibujos en un paño. Miraron fijamente recorriendo la casa con sus desorbitados ojos y luego dieron la vuelta y salieron por la misma ventana por la que habían entrado, parloteando indiscriminadamente en un idioma que ella creyó conocer pero que en realidad ya no comprendía. Solo los observó en silencio, esperando algo que jamás pasó.
Ella habitó entonces en soledad aquellas paredes llenas de geróglificos y al fin entendió que se encontraba en una caverna, en el tiempo y espacio equivocados. En un universo paralelo, en una dimensión en la que las horas corrían de forma anacrónica en relación a la de aquellos seres.Y leyó una y otra vez aquellas palabras dibujadas con su mano, durante segundos o años, que más daba, aquel lugar habia sido escrito en la eternidad. Las releyó tantas veces encontrandole sentidos distintos acorde pasaba el tiempo, pero las palabras que alguna vez quiso decir siguieron siendo las mismas. Las leyó una vez más aquel dia hasta finalmente caer dormida en el suelo.